lunes, 11 de octubre de 2010

AFRICA FUE NUESTRA CUNA

ÁFRICA FUE NUESTRA CUNA

MATERIAL PARA USO EXCLUSIVO DEL CURSO ANTROPOLOGÍA CULTURAL EN LAS FACULTADES DE EDUCACIÓN Y CIENCIAS BÁSICAS DE LA UNIVERSIDAD DE LA AMAZONIA CON EL PROFESOR LUIS EDUARDO DELGADO SANTACRUZ

El genetista Spencer Wells ha revelado los resultados de una investigación que realizó en varios países, encaminada a descubrir el lugar de nacimiento del ser humano moderno. Sus análisis, basados en estudios del cromosoma e individuos de diversas procedencias, incluyeron también una maratónica serie de viajes por sitios de interés histórico, arqueológico y antropológico, además de entrevistas con otros científicos. La confirmación de África como cuna del hombre actual, y de la raza negra como génesis de las demás que hoy conocemos, son las conclusiones de este estudio que ha causado distintas reacciones en el mundo.

Todos los seres humanos provenimos de África y fue la raza negra la que dio origen a todos los tipos raciales que hoy conocemos. Tal es la conclusión de una minuciosa investigación realizada por el genetista Spencer Wells, cuyos detalles presenta en un libro titulado El Viaje del Hombre y en un documental recientemente preparado para el canal de la National Geographic titulado La Travesía del Hombre.

Motivado por los estudios de antropología genética llevados a cabo en las décadas del 60 y 70, Wells se dio a la tarea de hacer un paciente seguimiento a los movimientos de nuestros ancestros, con el fin de hallar el origen de su partida y la ruta que siguieron hasta poblar la tierra en su totalidad. Entre otros interesantes descubrimientos, Wells encontró que los bosquimanos son la tribu más antigua que habita actualmente el planeta y descendientes directos del Homo Sapiens.

El hombre, como lo conocemos hoy, nació hace más de 50.000 años. Nos referimos a un ser que ya había completado totalmente su evolución y por tanto, no se trata de un homínido o un chimpancé, sino al ser humano con las características que lo identifican en la actualidad. Hasta antes de este estudio, los científicos pensaban que el éxodo del Homo Sapiens había empezado 100.000 años atrás. Basado en análisis de ADN, Wells afirma que este proceso se inició mucho después y que el punto de partida de la migración fue el continente africano, confirmando así el llamado modelo Out of Africa.
LA EVOLUCIÓN I
El proceso evolutivo del hombre moderno comenzó con el Homo Erectus, que se desarrolló en África y paulatinamente se expandió por Eurasia, hace aproximadamente 1.7 millones de años. Hace unos 100.000 años, entre las varias especies de homínidos que habitaban el planeta, se encontraban el Homo Sapiens, en África, el Homo Erectus, en el sureste de Asia y China, y los Neandertales, en Europa. Posteriormente, alrededor de 30.000 años, de estas especies sólo sobrevivía el Homo Sapiens, que fue el que inició el camino de expansión por el resto del mundo.
Basando su teoría en análisis del cromosoma Y, Wells afirma que los primeros humanos partieron de África siguiendo la costa sur de Asia, cruzando 250 kilómetros de mar, hasta llegar a Australia hace unos 50.000 años. Según esta teoría, los australianos son los descendientes de la primera ola migratoria que abandonó el continente africano. Posteriormente, aprovechando la congelación del mar en una de las eras glaciales, época en la cual se conectaban Asia y América a través del estrecho de Bering, llegaron a nuestro continente. El estudio se basó en el cromosoma Y que pasa de padres a hijos (varones) y que no se recombina, siendo así más fiable que el ADN mitocondrial -transmitido de madres a hijas- ya que, por tradición, éstas se desplazan mucho más que sus compañeros a causa de sus uniones con miembros de otros grupos, de los cuales entran a formar parte. De esta forma, el ADN mitocondrial se extiende muy rápido y el patrón general se empaña, según Spencer Wells.
DESACUERDOS

Si bien la teoría de Wells parece estar bastante bien fundamentada y existe evidencia del viaje colonizador emprendido por nuestros ancestros hasta poblar todo el planeta, existen algunos puntos en los cuales los científicos aún no se han puesto de acuerdo.

En un artículo aparecido en la página de la National Geographic, titulado Documentary Redraws Humans' Family Tree, la doctora Alison Brooks, paleoantropóloga de la Universidad George Washington, de Washington, D.C., afirma que hay evidencia arqueológica de la existencia de humanos modernos en al menos dos lugares en la región del Levante, en el Oriente Medio, hace 90.000 años, así como del Homo Sapiens en Australia hace 60.000, debiendo haber pasado por la India y el sureste asiático para llegar allí. "Desaparecieron del Levante 10.000 años después, pero pudieron haber sobrevivido más en el sur de Asia, sólo que no tenemos evidencia" afirma la científica.

Spencer Wells está de acuerdo con la travesía del hombre por el Oriente Medio, pero aclara que en esa época el Levante hacía parte del noreste de África y estos caminantes pertenecían probablemente al grupo del Homo Sapiens, reemplazados por los Neandertales hace unos 80.000 años en esa región. Por otro lado, existe también un debate sobre un bache de 30.000 años en el devenir arqueológico del Homo Sapiens fuera de África. Según Wells, la verdadera expansión ocurrió en el Paleolítico Alto (hace unos 40.000 años) y el destino fue Asia; según la doctora Brooks, el período se acerca a hace 20.000 años.

El doctor Richard Klein, antropólogo de la universidad de Stanford, resuelve el dilema afirmando que el Homo Sapiens pudo haber sido anatómicamente moderno hace unos 150.000 años, pero sólo alcanzó el mismo grado de modernismo en su comportamiento hace 50.000 años, cuando una mutación genética relacionada con la cognición nos hizo más inteligentes.

Al alcanzar este grado de madurez, entre otras habilidades, el ser humano fue capaz de fabricar herramientas complejas, cazar de forma más efectiva e incluso desarrollar un lenguaje y viajar más lejos. Además, la población general había ya aumentado considerablemente por esos tiempos, creando la necesidad de innovar y competir, sin tener en cuenta aspectos como los cambios en la dieta y el clima. Sin embargo, algunas de las controversias han terminado confirmando los resultados expuestos por la investigación de Wells, como lo demuestra un artículo aparecido en la página Web de Prodiversitas, titulado Primeras migraciones humanas.

Según se explica, hace algún tiempo se habían encontrado los restos de un hombre primitivo enterrados en el lago Mungo (Sur de Australia); inicialmente se pensó que estos restos databan de hace unos 62.000 años, lo cual contradecía la teoría de que la primera ola migratoria que arribó a Australia lo había hecho hace aproximadamente 42.000 años. También se ponía en tela de juicio la afirmación de que los primeros humanos modernos habían sido capaces de abandonar África hacía sólo 50.000 años.

Sin embargo, el artículo destaca que recientes estudios hechos al sitio arqueológico, publicados este mes por James M. Bowler, de la Universidad de Melbourne en la revista Nature, revelaron que los restos tienen realmente una antigüedad de 42.000 años y que algunas rocas catalogadas como instrumentos de aquellos primeros humanos están en una capa de sedimento de entre 46.000 y 50.000 años, con lo cual lo expuesto por Wells adquiere sentido nuevamente.

RASGOS DIFERENTES

Para justificar el motivo por el cual los humanos, siendo supuestamente todos originarios de la raza negra africana, somos hoy en día tan distintos, Wells explica que, al partir por rutas diferentes, los humanos debieron adaptarse fisiológicamente según la región que habitaron. Los hombres negros, expuestos en África a altas temperaturas, desarrollaron una piel oscura como resultado de la melanina que el organismo genera para protegerlos de los rayos solares. Igual sucedió con el cabello crespo, cuya constitución tiene el mismo fin protector.

A medida que fueron subiendo hacia regiones más frías y con menos intensidad de luz solar, la piel empezó a aclararse para poder sintetizar de manera más efectiva la vitamina D, indispensable para el organismo. Igual sucedió con aquellas tribus que emigraron hacia Siberia y el Círculo Ártico. Para enfrentar las bajísimas temperaturas de la región estos hombres desarrollaron cuerpos gruesos, extremidades cortas y dedos pequeños. Pero además del factor color, las culturas son diversas porque, al alejarse y aislarse unas de otras, formaron comunidades aparte que construyeron un entorno con costumbres, lengua y hábitos propios. De ahí las diferencias tan notorias.

Así pues, la teoría de Wells desafía categóricamente las tradicionales creencias de la superioridad de una u otra raza sobre otra, pregonadas por tantas culturas a través de los tiempos. De acuerdo con los resultados de este estudio, estamos mucho más emparentados unos con otros de lo que pensábamos y lo que conocemos como razas es sólo una inteligente adaptación del cuerpo humano a las condiciones del medio ambiente, en su lucha para sobrevivir y colonizar la tierra. Por otro lado, estos descubrimientos ponen de manifiesto el enorme potencial que la genética ofrece a la ciencia y de paso prueba ser herramienta fundamental para muchas otras áreas de investigación.

GLOSARIO
• Cromosoma: Corpúsculo del núcleo de la célula animal o vegetal
• Eurasia: Conjunto formado por Europa y Asia.
• Gen: Factor biológico que transmite las características hereditarias.
• Genética: Parte de la biología que trata de la herencia.
• Levante: (en este contexto) Países del Mediterráneo oriental.
• Mutación: (Biol.) 1. Alteración producida en la estructura o en el número de los genes o de los cromosomas de un organismo transmitible por herencia. 2. Fenotipo producido por aquellas alteraciones.
• Paleolítico: Se dice del primer período de la Edad de Piedra, o sea, el de la piedra tallada, en el que se distinguen cronológicamente tres fases, inferior, medio y superior.
• Out of Africa Model: Teoría según la cual todos los seres humanos modernos evolucionaron relativamente hace poco en África, migraron hacia Eurasia y reemplazaron a todas la población descendiente del Homo Erectus. De acuerdo con esto, el Homo Sapiens surgió en África (incluyendo, geográficamente, al Oriente Medio).

EVOLUCIÓN II
TODOS LOS HOMBRES SOMOS HIJOS DE ÁFRICA
Todos somos africanos. Es lo que se podría afirmar tras conocer las conclusiones a las que ha llegado el científico británico Spencer Wells, después de analizar el cromosoma Y de miles de ciudadanos de todo el mundo. Su objetivo era trazar la historia del hombre y de las migraciones que le hicieron poblar todo el mundo a partir de una misma población africana. El resultado es un libro en el que se desvelan algunos misterios que deberían conocer quienes más distintos se sienten por el color de su piel

No sabemos qué hubieran pensado los tratantes de esclavos o el mismísimo Adolf Hitler si hubieran sabido en su día que su origen, igual que el de todos los hombres, está en el corazón de África. Es la conclusión a la que ha llegado el genetista e historiador de la peripecia vital del hombre, el inglés Spencer Wells. Después de varios años de investigación tras el rastro del origen y desplazamiento del hombre, Wells hizo públicas sus conclusiones, que deberían sonrojar a más de uno. Las ha reunido en un libro (El viaje del hombre) y en un documental para National Geographic y, simplificando las cosas, vienen a decir que todos somos más hermanos de lo que creíamos.

Para empezar, todos somos hijos de África, pues el origen del hombre moderno está allí. Y no estamos hablando de hace millones de años, sino de hace 50.000, cuando nació el hombre tal y como hoy lo conocemos. Por aquel entonces, tan sólo éramos 10.000 los habitantes humanos del mundo. Aquellos primeros hombres se desplazaron hacia Asia central, y fue allí donde residieron y se multiplicaron antes de lanzarse a poblar el resto del planeta. Unos se fueron hacia Australia, otros hacia Oriente Medio, otros hacia Europa o América.

Cuando se establecieron en todos estos lugares, empezaron a cultivar la tierra y dejaron de ser nómadas, con lo que se aislaron del resto y se comenzaron a gestar las diferencias que hoy definen a cada raza. Estos son los resultados de la investigación de Wells, que ha realizado siguiendo el rastro del cromosoma Y por medio mundo. Y ese seguimiento le ha llevado a afirmar que los bosquimanos constituyen la tribu más antigua del mundo, algo así como los descendientes directos del homo sapiens. Porque, según Wells, aquel hombre que salió de África hace 50.000 años ya había completado la evolución que dio como resultado al homo sapiens.

Una teoría que se ríe del racismo

No tiene más que 33 años, pero Spencer Wells tiene las cosas muy claras. Una de ellas es que “las diferencias genéticas no se correlacionan con lo que podría llamarse raza”. Y sigue: “Los africanos, por ejemplo, son increíblemente diversos. Hay poblaciones africanas que tienen más afinidad genética con un galés que con gente que viva en el siguiente pueblo o incluso en la calle de al lado”.

Con esta afirmación, Wells corrobora la teoría de un mismo origen para todos los hombres, y echa abajo la antigua visión (que sirvió de base al nazismo) de un desarrollo paralelo de varios grupos humanos.

Si tenemos un mismo origen, ¿por qué somos tan diferentes? Es la gran pregunta de la que parte el trabajo de Wells. Él afirma que las diferencias son muy recientes (los primeros monos aparecieron hace 25 millones de años, y la expansión del hombre hace sólo 50.000). Y explica que somos diferentes porque “el lenguaje y la biología evolucionan con el tiempo y si las poblaciones se desarrollan aisladas su evolución difiere”.

Más cosas

PIEL CLARA. Según Wells, nuestros ancestros africanos eran altos, flacos, tenían la piel oscura y el pelo enrulado, como los que uno puede ver hoy en Namibia. Y, a medida que viajaban hacia el norte, la exposición al sol era cada vez menor, por lo que la piel se aclaró para poder sintetizar la vitamina D a partir de una cantidad menor de rayos ultravioletas.

6.000 MILLONES. Uno de los aspectos que más pueden chocar de las conclusiones a las que llega Wells es que los 6.000 millones de personas que habitamos el mundo descienden de aquellos 10.000 hombres que vivían en África hace 50.000 años.
OLEADAS. La primera migración comenzó entre 50.000 y 60.000 años atrás, y llegó hasta la costa sur de Asia y, de ahí, a Australia. La segunda fue hace 45.000, y llegó a Oriente Medio. Hace 25.000 años se llegó a Europa. Y, hace 20 o 15.000 años un grupo de ¡menos de 20 personas! cruzó el estrecho de Bering para poblar América.

Las mujeres se mueven más
Los estudios de Wells se han basado en el análisis del cromosoma Y (tomado de miles de personas en todas partes del mundo). Esto significa trazar la trayectoria de los varones, en vez de hacerlo con ADN mitocondrial, que traza la de las mujeres. “El cromosoma Y es una herramienta mucho más fiable para seguir las migraciones”, ha afirmado el científico inglés. “La razón, aunque parezca extraña, es que las mujeres tienden a moverse mucho más que los hombres. Son ellas quienes se trasladan en casamientos entre aldeas, y esas mujeres se convierten en parte efectiva de su nueva población, haciendo que el ADN mitocondrial se extienda muy rápido y empañe el patrón general”, asegura.

Nuevas dataciones de un importante sitio arqueológico australiano descartaron una seria objeción a la teoría que afirma que los humanos modernos abandonaron Africa hace alrededor de 50.000 años.
El lago Mungo, en el sur de Australia, contiene restos de un hombre adulto en un entierro ritual común entre humanos primitivos. La tumba es testimonio del notable viaje emprendido por las primeras personas que dejaron el Africa ancestral. Pero planteaba un problema. En 1998 se creía que dichos restos tenían 62.000 años de antigüedad, y era difícil conciliar esa antigüedad con el hecho de que los humanos no habrían llegado a Europa hasta hace alrededor de 42.000 años. También desafiaba la visión de algunos arqueólogos y genetistas que sostenían que los humanos modernos adquirieron la habilidad para emigrar de Africa sólo hace 50.000 años.

Un nuevo análisis del sitio arqueológico le asigna ahora unos 42.000 años. Rocas cercanas, que parecen ser artefactos humanos, se encuentran en una capa de sedimento de entre 46.000 y 50.000 años, según un trabajo publicado en la edición de hoy de Nature por James M. Bowler, de la Universidad de Melbourne.

Esta revisión implica que los restos del lago Mungo respaldan, en lugar de contradecir, la teoría de que un cambio ocurrido hace sólo 50.000 años dio a las sociedades humanas capacidad para viajar y explotar nuevos ambientes.

De todos modos, el viaje de Africa a Australia parece haber sido bastante rápido. Los detalles de esta migración épica siguen siendo un misterio, porque aún no se halló ningún sitio intermedio. Algunos expertos creen que la gente que dejó Africa sabía pescar y andar en bote, y que habría seguido las costas de India y el sur de Asia. El final del viaje debe de haber sido por vía marítima porque, aunque el nivel de las aguas era mucho menor en la era glacial, había todavía unos 75 km de mar abierto entre el punto más cercano de Asia del Sur y Australia.

ELEMENTOS PARA UNA TEORÍA ANTROPOLÓGICA GENERAL, A PARTIR DE LA HOMINIZACIÓN

Por : Jean Pierre Étienne Brunet Branchereau

Para entender a la humanidad, supuse hace más de cincuenta años que el camino indicado empezaba por el estudio de sus orígenes. Entre múltiples actividades, nunca olvidé esta inquietud primigenia. De muchos antropólogos y pre historiadores, he aprendido mucho, sin que ninguno me haya ofrecido un escenario claro que describiera qué ocurrió -o por lo menos- qué pudo ocurrir, cuando apareció lo humano sobre la faz de la tierra.

Últimamente, para dar clases, intenté poner algunas ideas en orden y ahora, sé lo que no pasó y sé también lo que pasó -o pudo pasar- cuando ocurrió la hominización... Llamo "hominización" a "la aparición del género humano". Diciendo "aparición", me ubico en un concepto puramente fenomenológico, como se habla de la "aparición" del género de tal o tal otro ser vivo, en un marco geológico. Se ha hablado de la "emergencia del hombre" con un sentido similar (Ian Tattersall). Varios autores limitan el concepto de hominización a la aparición de la humanidad de tipo moderna, es decir del Homo sapiens, otros hablan de humanización. Para abordar el entendimiento de la humanidad, creo que resulta más rico enfocar la emergencia del género lineano Homo . Digo "género lineano Homo", porque no se trata del género en términos de femenino/masculino; no se trata tampoco del hombre genérico, él que genera o regenera lo humano, como lo entendió Karl Marx.

Tengo un sueño... escribir algún día una antropología histórica congruente, articulada alrededor de algunos tópicos que pueden ser: la primatización (aparición y desarrollo de los Primates), la hominizacion, la sapientización (ahora sí, con la especie Homo sapiens) y la civilización. Dentro de este proyecto, la presente exposición quisiera dedicarse al capítulo "hominización".

Hechas estas aclaraciones, regresemos a lo que no pasó y a lo que pasó. Lo que no pasó es una hominización gradual. Casi ciento cincuenta años de darvinismo y de positivismo han improntado nuestra manera de pensar de tal modo que, con o sin razón, cualquier discurso transformista está embebido de un gradualismo irredento. Nada es más erróneo, como lo señalan también Tattersall, René Thom, Stephen J. Gould y otros. Este abuso gradualista es obvio en el ámbito de la antropología y de la prehistoria... Un tal proceso forzosamente lento equivale a idear una línea prehumana independiente de la cual se busca la pista sobre seis, ocho o diez millones de años. En este proceso están enfrascados hoy la mayoría de los investigadores; de ahí nacieron las tensiones entre Louis y Mary Leakey. A la fecha, cada descubrimiento de un homínido es tiene que ser más antiguo que el anterior, para acaparar la atención de los medios. Cabe aclarar que me considero completamente transformista. Para mí, como para Theodosius Dobzhanski, "nada tiene sentido en la biología si no es a la luz de la evolución".

Los estudios morfológicos, genéticos y de comportamiento indican que el parentesco de los humanos con otros primates superiores, díganse "simios", es mayor que con cualquier otro grupo animal . Para muestra, un botón: los chimpancés poseen los mismos tipos de sangre A, B, O, que los humanos y cuando los opera un cirujano, él encuentra "todo en su lugar". Lo mismo indica la genética: el humano comparte con los chimpancés 98.4 % de su patrimonio genético. Ciertas evidencias paleontológicas sugieren que existen unos fósiles africanos que resultan ser buenos candidatos a "ancestros": son los australopitecos. Evito utilizar un término propiamente científico para no entrar en unas discusiones sin objeto inmediato, pero pienso a un grupo que abarcaría a los géneros Orrorín, Kenyanthropus, Ardipithecus, Praeanthropus, Australopithecus y Paranthropus.

Articularé la exposición de mi teoría alrededor de cinco puntos:

-los temas ligados a la hominización,
-el proceso histórico de la hominización y el posible mecanismo de la misma,
-las pruebas potenciales de la teoría expuesta,
-las consecuencias de la hominización,
-algunas implicaciones teóricas y epistémicas para las ciencias sociales.

1) LOS TEMAS LIGADOS A LA HOMINIZACIÓN

A) La estación erecta, el bipedismo y la liberación de la mano
Estos son unos fenómenos concatenados que posiblemente aparecieron varias veces y según varias modalidades en la historia de los primates; no constituyen una parte propia de la hominización. Cuando André Leroy-Gourhan dijo que "la hominización es una cuestión de pie" o cuando Yves Coppens propuso que la aparición de la sabana en el África oriental condicionó el bipedismo del ancestro y la hominización (teoría de la East Side Story), de algún modo estaban en lo cierto, pero aludían a lejanas condiciones previas a la hominización, condiciones que se dieron hace 6 o 8 millones de años y no tienen directamente que ver con la emergencia histórica del género humano.

B) El pulgar "oponible"
La completa oposición del pulgar en relación con los demás dedos en la mano ha sido señalada como una característica del hombre. La mano del australopiteco difiere de la mano humana por la presencia de falanges y metacarpios a la vez largos y curvos, pero tiene pulgar "oponible". Cuando tienen una mano con pulgar que se parece al del hombre, aunque es más corto, otros primates presentan un pulgar que hace contacto lateralmente con el dedo índice o se dobla debajo de los demás dedos. No existe una completa oposición como la que se observa en el hombre. No existe precisión en el agarre. Por alguna debilidad de los huesos o un trastorno genético, una mano recibió segmentos rectos, un pulgar independiente y, también, un dedo índice pasablemente independiente (me refiero a la forma de agarrar una bola de béisbol)?

C) La visión tridimensional (estereoscópica) y la visión de los colores (tricromática)
Estas especializaciones visuales constituyen una situación previa que ha sido pasada por alto por muchos estudiosos del tema. Es de notar que, como la mayoría de los primates, el humano vive en función de una visión especializada. En él, 35% de las neuronas del cerebro se dedicarían a los procesos visuales. El ser humano llega hasta el extremo de construir imágenes tridimensionales a partir de la bidimensionalidad. Por otra parte, la visión precisa del color es importante en la selección de la comida, la fruta o la carne y es potencialmente importante para que sobreviva el hombre. Es poco probable que hubiera tenido lugar la hominización en un grupo que no disfrute de estas especializaciones visuales.

Hablando de ojos, el ojo humano es muy especial. Contrariamente al de todos los demás primates, presenta una periferia (o esclerótica) blanca...

D) La relación o ángulo cara-cráneo
La reducción de la cara y el giro que coloca a esta cara "debajo" del cráneo es un fenómeno que detalla Anne Dambricourt-Malassé. Yo veo intervenir esto de una manera puntual en el proceso hominizatorio.

E) El volumen encefálico
El incremento del volumen encefálico, más allá de un "rubicón cerebral" ha sido enfatizado como propiamente humano. Aunque parezca lógico pensar que este incremento sea ligado al ángulo cara-cráneo, la verdad es que se produce tarde y lentamente en la historia de la humanidad. Más que una condición, es una consecuencia a largo plazo de la hominización, diría yo "por uso del cerebro". Por cierto, la autopsia de un hombre moderno normal ha arrojado recientemente un peso encefálico de 680 gramos (cuando el promedio es del orden de 1500 gramos), así que tenemos que dejar un poco a un lado el famoso "rubicón cerebral". Parece ser que los australopitecos tenían como los delfines o los elefantes una cantidad respetable de materia gris pero que no la utilizaban para pensar, sino solamente para coordinar respuestas a impulsos.

F) Los dientes
Los dientes presentan mucho interés, requieren un estudio detallado que no tiene cabida en este momento. Retendremos solamente que los primates no humanos tenían y tienen caninos que sobresalen del nivel de los demás dientes. Los australopitecos y los humanos tienen los caninos casi nivelados: trátase, pues, de otra "circunstancia previa" a la hominización.

G) Las herramientas
La fabricación y la utilización de herramientas, muchas veces señaladas como propias del hombre, se encuentran también antes y fuera del linaje humano. Posiblemente las hubo en varias poblaciones de australopitecos y existen sin duda en algunos simios modernos (trabajos de Wolgang Köhler, Jane Latvik-Goodall, Franz de Waal y otros). Es cierto que las herramientas se multiplican y se perfeccionan con el hombre, pero quizás no constituyen más que otras "condiciones previas" en el sentido de que la hominización no hubiera tenido éxito en un ambiente sin herramientas.

H) El pensamiento reflexivo
El pensamiento reflexivo es propiamente humano en la opinión de los autores y en la mía. Lo de reflexivo significa para mí que hay dos tiempos principales en el proceso mental. Eso es muy importante y se tendrá en cuenta, en la propuesta que se indicará más adelante.

I) El verdadero lenguaje
El lenguaje sensu stricto, el lenguaje articulado, el "verdadero lenguaje articulado" de Ernst Haeckel o el "lenguajear" de Humberto Maturana. Hay otros llamados "lenguajes" que son gestuales, gritos, silbidos o cantos, el uso de tambores, los semáforos y otros mensajes gráficos, etcétera. Según dicen la mayoría de las autores conocedores de la cuestión, el verdadero lenguaje o "lenguaje articulado" intervendría tarde, o muy tarde, en la historia de la humanidad. Al contrario, mi propuesta es consistente con un origen único y muy antiguo del lenguaje, también con el hecho que este lenguaje humano es completamente diferente a los demás lenguajes; que no es dado, que es producto del ser y, de algún modo, es individual (el "código lingual" de Boris Rybak). Este lenguaje humano resulta de un continuo invento. Considero que es una estrategia para facilitar un mejor... manipuleo de los demás.

J) Las condiciones de espacio-tiempo-ambiente
Si el Oriente ha reclamado, hace más de cien años, el privilegio de haber sido la cuna de la humanidad (después de los descubrimientos de Émile Dubois en Java) y lo sigue reclamando a través de los sabios chinos, África tiene ahora más defensores en este sentido, por la calidad, la cantidad y la antigüedad de los hallazgos hechos en África del Sur y del Este desde 1924-1925 por prehistoriadores de todos conocidos (por cierto, Charles Darwin había propuesto que África era la cuna de la humanidad desde 1871).

En estas tierras africanas, el fenómeno geológico más importante de los últimos millones de años es la separación progresiva del "cuerno" de la África oriental, en relación con lo grueso del continente. La separación se produce a lo largo de una fosa llamada rift en África, fosa que se adorna de centenares de volcanes. Estos volcanes que bordean el rift eran muy activos cuando vivían ahí los australopitecos. Alguien pretendió que esta situación fue favorable al desarrollo del cerebro humano por el exceso de iodo presente en las emanaciones volcánicas y aguas cercanas; este autor dice que el desarrollo cerebral era entonces altamente probable y llama su teoría "probabilística". Otros pretenden que la alimentación, especialmente el consumo de frutas, de semillas, el carroñeo, explican gran parte del éxito del hombre primitivo en estas regiones.

Para situar el tiempo de la hominización, recordemos que el primer hombre conocido, Homo habilis, ha sido acreditado de 1.9 a 2.9 millones de años; hoy, se piensa que su edad es más cercana al límite más reciente, entre los dos valores indicados. Así que la hominización pudo haber ocurrido entre 2.5 y 3 millones de años.

K) El Agua
La supuesta aparición del hombre en un medio acuático ha fascinado siempre a cierto número de personas. En apoyo a esta tesis, citan la inteligencia de los delfines, la presencia en la piel humana de las glándulas del sudor, la ausencia del pelo (excepto donde la cabeza está fuera del agua), la capacidad de retener la respiración que existe en el hombre y no existe en los simios, y otros factores. Tuvo lugar hace poco un congreso internacional al respecto. Cito esto porque el mismo José Ortega y Gasset manifestó un día - en tono jocoso- que "la hominización era una enfermedad" aludiendo a las marismas de donde había emergido la humanidad.

L) Los aportes de la Genética
Los aportes de lo genética (Morris Goodman, Sarich, Wilson) son varios. Un primer dato que tener en cuenta, es que los genes humanos difieren solamente en 1.6%, del patrimonio genético del chimpancé. Las diferencias estriban en la añadidura de códigos en el cromosoma humano número 1 y en el cromosoma simiesco número 13. Un segundo dato es el cuello de botella por el cual pasó el patrimonio genético de la humanidad; esto está probado, entre otras observaciones, por la comparación que se hizo entre las fórmulas de una población de 37 chimpancés en Costa de Marfil, que son más variadas que las fórmulas de toda la humanidad con sus seis mil millones de seres. Esta cuello de botella significa que algún día el patrimonio genético de la humanidad pasó por una o pocas personas (se habla de la Eva africana). Un tercer dato importante es que las células no reproductoras de los primates superiores modernos no humanos tienen 2x24=48 cromosomas, cuando los mismos elementos en los humanos modernos tienen 2x23=46 cromosomas. Se supo que el cromosoma humano número 2 corresponde a la pegazón de dos cromosomas independientes en el chimpancé. Además tenemos que recordar que las transposiciones, duplicaciones y pegazones en cromosomas, si bien no cambian el conjunto de los códigos, sí alteran profundamente el fenotipo, como en el caso de los síndromes de Down (trisomía 21), de Turner, etc.

2) EL PROCESO HISTÓRICO DE LA HOMINIZACIÓN

Dentro de una población de australopitecos afectados por las emanaciones volcánicas y en difíciles condiciones de supervivencia, una madre intoxicada por los humos y el alimento quemado -la podemos llamar Lucy, pero no sé si perteneció a Australopithecus anamensis, afarensis (la verdadera Lucy) o africanus-, dio a luz a un ser que podemos calificar de neoténico, con huesos mal desarrollados, un ser débil, enfermizo, que resultó incapaz de arrimarse a su progenitora para alimentarse y seguirla durante los desplazamientos, como pasa habitualmente con otros simios. Si logra sobrevivir, existe una oportunidad para que sus huesos débiles no muestren en pies y manos las especializaciones arborícolas que conocemos en los australipotecos "normales" y demás simios, para que su encéfalo crezca -si fuera necesario- dentro de una caja craneana blanda, flexible, posiblemente al favor de la presencia del iodo. Otras características lo habían de afectar también: la elongación de algunas partes del cuerpo, cuello (y laringe), miembros inferiores y pene, la escasez del pelo en la mayor parte del cuerpo, la debilidad de la columna vertebral causándole curvaturas con la forma de una letra "S", conjunto de cifósis y lordosis que siguen aquejando a la humanidad.

La madre, que ha visto morir a otra prole suya o ajena, se aferra al pequeño, lo coge en brazos y lo atiende. Es cuando nace el comportamiento humano. El ser desvalido que describo aquí, quiere comer pero no puede afianzarse del pelo de la madre, no puede alcanzar el pezón rico en leche, no puede alcanzar las cosas que le llaman la atención. Entonces inventa modos para él, de llamar la atención de la madre, se agita, llora, hace gestos; cuando obtiene lo que quiere, gratifica con una sonrisa. Entre la voluntad de hacer o tener, y la realización de la intención, transcurre un tiempo donde el cerebro trabaja, mantiene la voluntad del perseguir el acto no realizado, (interviene la memoria: el ser no puede darse el lujo de olvidar su propósito, muchas veces es cuestión de vida o muerte). Es cuando nace la inteligencia humana, un "funcionamiento cerebral a dos tiempos". Más grande, inventa el lenguaje para mantener y renovar la presión sobre la madre. Ella detecta esta nueva señal y la interpreta; este reconocimiento del lenguaje emitido es un hecho fundamental, poco comentado, una suerte de validación del lenguaje.

3) EL POSIBLE MECANISMO DE LA MISMA

Ahora bien ¿Cómo pudo rescatarse esta adquisición para la descendencia del pequeño desvalido que sobrevivió (sé que sobrevivió porque somos sus descendientes). En primera instancia, mi teoría parece necesariamente lamarckista (herencia de los caracteres adquiridos). Si alguna intoxicación in utero causa una modificación fenotípica, hay poca probabilidad de que se trasmita a descendientes, por lo menos no hay explicación sensata para ello: nadie puede pensar seriamente en validar una teoría lamarckista o neolamarckista. Suponer que una mutación se hubiera dado y que hubiera operado una selección, además de muy poco probable, tiene un cariz finalista que personalmente me molesta. Suponer que una transformación como la que ha sido descrita, se hubiera presentado varias veces y hubiera existido un juego de la selección natural, tampoco me parece sensato.

Creo que la teoría propuesta no es necesariamente lamarckista, tampoco llama a la selección natural; es ambientalista-genetista-nodeterminista. No saca de la manga una muy conveniente y poco probable mutación en el momento adecuado. Se basa en suponer que la malformación y debilidad del producto se originó en una pegazón cromosómica ocurrida en una célula germinal de la australopiteca-madre, célula que iba a ser fecundada posteriormente. Otra forma de decirlo -me da pena expresarlo así- es decir que somos un poco al simio lo que es le niño Down al hombre común. Además, si imaginamos que el retoño era del sexo masculino, al crecer tan cercano a su madre y al ver la actuación del o de los machos proveedores de comida, tuvo que interesarse en su madre. A partir de esta relación incestuosa, se pudo conservar el patrimonio genético logrado. ¡Este iba a ser el origen de la humanidad!

¿Qué pudo pegar a los cromosomas? La respuesta tiene en cuenta el ambiente. Sabemos que la aplicación de alquitranes o de radiaciones causa pegazón de los cromosomas en algunas plantas (se vuelven gigantes, son tetraploídicas o más). Condiciones así de extrañas, en la piel, en los pulmones, o por consumo de alimentos quemados, pueden haberse dado en el ambiente volcánico descrito arriba y haber causado en un ser este reacomodo de cromosomas. Faltaría revisar en detalle los tiempos, las posibilidades y probabilidades de tales procesos para determinar si fue necesario que esto pase en un ovocito de la australopiteca -abuela, uno de la australopiteca-madre y también en un espermatocito del padre, o solamente en una o dos varias de las tres hipótesis, teniendo además en cuenta la lógica del incesto.

4) LAS PRUEBAS POTENCIALES DE LA TEORÍA EXPUESTA

A) ¿A partir de la psicología?
He observado niños de varias edades (y adultos, también...) y quedé convencido que estos llamados caprichos, exigencias, presiones, flirteos simulados, chantajes, manipuleos, lloriqueos que observamos con frecuencia, no son más que los restos atávicos de estas situaciones ancestrales.

Una niña, un niño, enseña un objeto y dice a su madre:
"¡Dame esto!"
La madre replica:
"Tú puedes cogerlo, no ves que estoy ocupada" (las madres están siempre ocupadas)
Contestación:
"¡No; tú, dámelo!"

B) ¿A partir de los fósiles?

Si algún día la tecnología lo permite, se puede pensar en demostrar que los australopitecos tenían 48 cromosomas y los primeros Homo tenían 46. Si se encuentran fósiles bien conservados, minuciosos exámenes podrán determinar si efectivamente los primeros Homo manejaban el lenguaje (por el tamaño de orificios de los nervios hipoglóseos, por los huesos hioides, etcétera).

3) LAS CONSECUENCIAS DE LA HOMINIZACIÓN

A) La inteligencia humana
La inteligencia humana sería, pues, "un proceso mental a dos tiempos". En efecto, la inteligencia humana es la primera y más importante consecuencia del escenario descrito aquí. La comparación frecuente entre "inteligencia nohumana" e "inteligencia humana" no es correcta. En esencia, son diferentes una de la otra. La primera está dada al ser y la segunda es una construcción, un producto, una estrategia del ser. Como muchos animales, los australopitecos no tenían oportunidad-necesidad-costumbre de utilizar las potencialidades de su cerebro, no obstante que ya tenía un volumen encefálico nada despreciable (hasta 550 cm3). Es el primer humano desvalido inútil, él que tuvo oportunidad-necesidad y luego costumbre de utilizar el accionar mental, para lograr todo lo que los demás seres vivos habían alcanzado siempre por su accionar físico o químico. El futuro... El humano toma a su cargo la evolución: su evolución y la de los demás organismos, por su mismo éxito.

B) La adaptación sin límite
La adaptación del humano que, aparentemente, no conoce límites, es una consecuencia de lo anterior. Su adaptación a todos los medios -inclusive a los fondos marinos y al espacio- es el resultado de su decisión y no depende de su constitución física. Los seres nohumanos van conquistando diversos ambientes y luego son prisioneros de sus adaptaciones. Los biólogos los describen y los estudian en función de estos ambientes. Al contrario, no se puede definir el hombre como siendo un mamífero bípedo que vive en tal o tal clima, entre tal o tal altura sobre el nivel del mar, etc. Vivimos en un mundo que resulta de nuestra propia fabricación.

C) La familia y la sexualidad humanas
La familia humana no tiene sus raíces en alguna supuesta familia entonces existente; no está dada, es un invento, un constructo, un producto, una estrategia de la australopiteca-madre; es una estrategia de supervivencia para alimentarse. En efecto, incapaz de saber quién era el padre e imposibilitada para conseguir sus alimentos por tener a su bebé continuamente en brazos, tuvo que ofrecer su sexo como recompensa para un macho que quisiera traerle algo de comer. Esto era una forma de designar a tal o tal macho, probablemente al más efectivo en traer cosas, como el padre, creando así la primera familia, con los problemas del bebé que estorbaba durante estas relaciones. Hasta la fecha, en la mayoría de las culturas, es privilegio de la novia el de aceptar las propuestas del novio y llevar así a cabo el proyecto de familia; también algunos problemas domésticos, que pueden ir hasta la violencia, se relacionan con el "estorbo" del bebé.

D) La sociedad humana
En general, el reino animal muestra organizaciones que por confusión, o sea por error, llamamos sociedades; son estrategias de las especies para coordinar los individuos y asegurar así, entre otros tópicos, la alimentación y la reproducción. La cadena es: especie-sociedad-individuo. En este caso, el individuo es un producto irresponsable, elemento final de una cadena organizacional (o funcional). Un análisis de algunas sociedades de simios a mostrado sistemas generalmente orientados hacia la alimentación y, durante una corta temporada cada año, hacia la reproducción. Estas estrategias que periódicamente desorganizan, ponen en peligro, cambian y reorganizan las sociedades, cuentan entre otros elementos con la receptividad sexual de las hembras limitada a pocos días cada año (el estro). En lo que se refiere al humano, el esquema es distinto: especie-individuo-sociedad. En sus argumentaciones, lo han señalado algunas personas, como lo ha hecho Edgar Morin de alguna manera. Añado que son las circunstancias dramáticas y no determinadas de la hominización que rompieron, de una manera tajante, con los moldes biológicos de las llamadas sociedades animales "de siempre". Dos puntos importantes, pues: primeramente, como las familias son proyectos de los individuos, las sociedades humanas son igualmente proyectos de los individuos; luego, las sociedades humanas son eminente sexuales en sus fundamentos. Esta disponibilidad sexual limitada por la sola decisión de la hembra y algunos tabúes, así como los flirteos, a la vez previos y renovados, son los elementos de creación y de cohesión más notables de las sociedades humanas. Esto ha sido dicho por Peter J. Wilson y otros, aunque que no lo vieron de una manera histórica.

E) Los fenómenos biológicos
Algunos de estos fenómenos, tanto anatómicos como fisiológicos, derivan de la hominización y están a la vista. Para explicar que, en el humano, faltan algunas características especializadas de los simios, los paleoantropólogos (entre muchos otros, Louis Leakey) hicieron y hacen remontar la línea humana lo más lejos posible en el tiempo, 5, 6, 10 o 15 millones de años. Alguien por allí afirma que la ascendencia humana se aisló hace más de 212 millones de años. Olvidaron que desde hace mucho, Ernst Haeckel había propuesto para el humano una neotenia explicativa, como para el ajolote mexicano... Algo así se dio con la hominización, es decir que los huesos y otros órganos no habían adquirido madurez cuando el ser ya era sexualmente activo. Entonces, no hay necesidad de remontar muy lejos en el tiempo para explicar la primitividad humana, basta con evocar el fenómeno puntual que arriba traté de describir bajo el nombre de hominización. Otros fenómenos como el abandono del estro, el desarrollo de las partes delanteras del cuerpo en los dos sexos, la aparición de una nueva posición para la copulación (posición que es excepcional en los simios) son heredados del escenario descrito.

F) Las consecuencias sicológicas
Las consecuencias sicológicas son apabullantes. El complejo de Edipo, los problemas de las relaciones entre padre o padrastro e hijo, el chantaje, las presiones sicológicas, la frustración, el deseo de hacer lo mismo que otros (la mimesis de René Girard y sus consecuencias, la violencia y el sacrificio expiatorio), la lata que dan chicos y grandes cuando quieren algo, los estrategias del amor se explican fácilmente a partir de lo descrito aquí.

G) El poder
En esta propuesta, el poder se origina en el deseo-necesidad-costumbre de ordenar y obtener cosas, por todos los medios al alcance del débil... El débil es él que ejerce poder.

H) El lenguaje sensu stricto
Algunos gestos expresivos de las manos y de la cara, la sonrisa, el llorar, los movimientos de los ojos (con esclerótica blanca que permite detectar la dirección de la vista) y el lenguaje sensu stricto proceden seguramente de esta situación, como estrategias para llamar la atención. Si es cierto que el lenguaje es originalmente un reclamo, está ligado a la visión, tanto del destinatario del reclamo –la madre- como del objeto del reclamo. Esto fundamenta completamente el enlace teórico entre lo visual y lo hablado.


4) ALGUNAS IMPLICACIONES TEÓRICAS Y EPISTEMOLÓGICAS PARA LAS CIENCIAS SOCIALES

A) La antropología
La antropología no es una parte de las ciencias naturales, no es una más entre las biologías; es la ciencia que se ocupa del género humano y ha de ser pasablemente antropocéntrica ya que el género humano marca un cambio importante en la evolución. Antes de la hominización, hay una evolución mayormente neodarwinista de las especies; después de la hominización, son las especies de Homo (habilis, rudolfensis, ergaster, erectus, antecessor, heidelbergensis, neanderthalensis, sapiens) que toman a su cargo la evolución. A partir de estas consideraciones, una antropología histórica ha de fortalecerse; es la que estudia las fases de la humanidad.

B) La filosofía y la teología
Aunque la explicación de la inteligencia puede interesar, no hay nada que enseñar a la filosofía. Los filósofos han sabido siempre que el hombre era un sujeto, un actor, y no un simple producto de su especie, como lo es uno de estos insectos llamados "sociales". Por otra parte, la hominización es nodeterminada, resulta de una contingencia. El filósofo moderno se sentirá a sus anchas si se le dice que no hay determinismo, que no hay proyecto humano original, pero que el hombre es el primer ser que es responsable de su proyecto y el primero que tiene idea del futuro. El teólogo puede rechazar la negación de un proyecto humano original en el universo. Pero se puede acostumbrar a la idea, si ve que esta teoría fundamenta la unicidad, la unidad, la responsabilidad y la importancia del género humano dentro del universo creado, si ve, también, que nada de esto niega la creación y que el nodeterminismo garantiza una completa libertad al hombre para cultivar su fe y construir el futuro mejor al que aspira, en este mundo o en otro. Esto es compatible con las perspectivas de Pierre Teihlard de Chardin (la noósfera, el alfa y el omega), con determinadas religiones orientales, etc. De una manera general, las religiones serían entonces estrategias masivas de supervivencia, pertinentes de pleno derecho, dentro de un marco evolutivo. Si son reveladas, tanto mejor para el creyente. Si no lo son, merecen la calificación de estrategias de supervivencia a largo plazo.

C) La sociología
Las implicaciones en la sociología son claras y radicales: la sociedad es un producto del hombre, es el resultado de las opciones de los individuos, "no está en los genes" como dijeran R. C. Lewontin y socios; no hay punto de comparación entre las mal llamadas sociedades animales y las sociedades humanas.

D) La teoría política
El ejercicio del poder no nace de una estructura social "neolítica" con problemas de esclavitud-trabajo-producción, etc.; no tiene 10 000 años, es tan antiguo con la humanidad misma, nace de la hominización, tiene tres millones de años. No existe la sociedad igualitaria primitiva de Luis Felipe Bates y de otros. Este tema de la sociedad igualitaria primitiva, recurrente en la antropología mexicana, merece reunirse con el Hombre de Tepexpan en el Wahalla de los mitos.

E) La psicología
Se tienen que reexaminar las propuestas de la sicología en función del esquema sugerido. Sería tedioso retomar cada uno de los puntos evocados arriba, pero hay bases para plantear una epistemología detallada de dicha ciencia.

F) Los estudios de género
Por una parte, hay en esta teoría poco fundamento para proponer la igualdad de los sexos. Por otra parte, el papel del sexo femenino es históricamente prominente, ya que la mujer forma a la familia y regentea a la sociedad en el modelo generalizado (de la sociedad sexuada) que se esbozó arriba. Además, la libertad garantiza que se pueda construir la relación que se quiera entre los sexos.

G) La ciencia de la educación
La ciencia de la educación tiene que considerar que el niño es naturalmente exigente, manipulador e insoportable, que esto será más marcado si la educadora se identifica demasiado con la madre, pero también tiene que saber que cada individuo construye la sociedad (esto justifica plenamente el enfoque constructivista y responzabilizador en la educación).

H) La lingüística
Por lo expuesto con anterioridad y casi sin fundamento en verdad, creo que el lenguaje sensu stricto es tan antiguo como la humanidad misma, que tiene esencia diferente a la de cualquier lenguaje animal, que es para el género humano una estrategia de supervivencia y que es monogenético. Aunque que investigaciones en el sentido del origen común del lenguaje del Homo loquens o del hombre lenguajeante, hayan sido hechas por J. H. Greenberg, M. Ruehlen, Marcel Locquin, Luca Cavalli-Sforza, Allan C. Wilson, Roger Saban, entre otros, estas ideas son difíciles de aceptar para la mayoría de los lingüistas. Entiendo lo tenue del soporte a mis ideas y comprendo sus reservas. Para divertirlos, les voy a recordar que Marcel Locquin, citado por Pierre Delaveau en su prefacio del importante libro de Roger Saban sobre el lenguaje, cree saber que la primera emisión del lenguaje articulado ( "fón") fue ¡Hel!, arquetipo de la expresión de unidad y eternidad; compárese con Allah, Ali, Elohim, Eol, Elíseo, Olimpo, alleluia y... ¡Hello! Como buen francés, Marcel Locquin no cita ¡Heil! Le faltaría quizás también alabar y ¡Hi! Por otra parte, diversas situaciones se pueden analizar en el marco de la propuesta, por ejemplo ¿porqué los niños que fueron recogidos por animales no hablan? Es porque crecen integrados a una sociedad animal que no necesita el lenguaje para sobrevivir.

CONCLUSIÓN

Al momento de concluir, recuerdo al Padre Vanini que fue quemado en Tolosa, en 1619, por sostener que los humanos, teníamos un origen simiesco. Celebro también a Jean-Baptiste Lamarck, a Charles Darwin, a la familia Leakey, a Jean Piveteau quien me enseñó la palabra "hominización", a Edgar Morin quien renovó mi interés por el tema, y a muchos más. Agradezco a Ustedes por permitir esta intervención. Por último -at last but not least- recuerdo al férreo instinto de la simia-madre de la humanidad, Lucy o como se llame, que se las arregló para que sobreviva su retoño maltrecho, desvalido y feo; aguantó sus exigencias, sus caprichos y le dio una oportunidad para poderse reproducir...