lunes, 18 de febrero de 2008

FALSAS IDEAS SOBRE LOS PAPELES SEXUALES EN LA PREHISTORIAFrancisca Martín-

MADRE DE FAMILIA Y MADRE NATURALEZA

Es muy probable que en la Prehistoria, nuestras ancestras volvieran sus ojos hacia las estrellas, para pedir a la Madre Naturaleza, que las cuidara, igual que ellas, como madres de familia, cuidaban a sus hijos. Y les reclamarían que les enviara los fenómenos naturales benéficos, de los que dependía el alimento y las protegiera contra los maléficos, en un momento en el que la supervivencia - de los animales y del ser humano- dependía de una dieta vegetal, cuyo crecimiento hasta dar frutos o su posible destrucción, estaba estrechamente ligado a los fenómenos naturales que se suceden a lo largo del año: lluvia, helada, sequía,...
Sin embargo, hoy día son muchos los que están convencidos, de que serían los padres de familia varones, los que pedirían ayuda mágica a un Dios masculino. Y creen que le solicitarían auxilio, para cazar animales y así poder mantener a su compañera embarazada y a sus hijos. Pero este hecho es absolutamente imposible que tuviera lugar, ya que los varones, igual que los primates varones, no se preocupaban en los inicios de la cultura humana, de alimentar a "sus hijos", por muchas razones que desvelaremos en nuestra exposición. Las únicas de quienes dependían la prole, era de sus madres (igual que pasa entre los primates).
Posiblemente esta adjudicación errónea, haya sido condicionadas por el uso incorrecto y sexista del lenguaje, dado que los historiadores "varones" (los únicos que han escrito la historia hasta hace poco), han atribuido "al hombre" todos los hechos culturales, con total descaro e injusticia.
FAMILIAS MATRICÉNTRICAS
De hecho, se tiene el conocimiento preciso, de que en comunidades arcaicas, sólo se cuidaba de sus hijos las madres. Al menos así se deduce de contemporáneos estudios arqueológicos, antropológicos y evolutivos y corroborados por estudios etológicos. Estos estudios dan apoyo a la existencia de las familias matricéntricas: la mujer en la Prehistoria no se vinculaba al varón, ella sola se cuidaba de alimentar a sus hijos.
Y no existía vinculación masculina, porque en este período, el varón desconocía ser el causante de la fecundación humana. Así lo aseguran los enciclopedistas: "el sociólogo escocés (Mac Lennan) parte del supuesto de que la incertidumbre de la paternidad fue lo único que determinó la fase matriarcal." (Espasa, T. 33, 1988: 1001). "Algunos investigadores siguen creyendo que el hombre de la Edad de Piedra no asociaba el sexo con lo que podía llegar nueve meses más tarde". (Frade, 1996). Y fue justo, porque existía la familia matricéntrica, que proporcionaba a la mujer un enorme poder, al formar una fuerte unidad económica con sus hijos, lo que motivó muchos siglos después, la revolución patriarcal, por la que los varones impusieron la familia, descendencia y herencia patriarcal. "La familia natural y la "comunidad" matriarcal queda reemplazada por la "sociedad", del mismo modo que el politeísmo anterior y el panteísmo matriarcal quedan subsumidos en el monarquismo y el monoteísmo propios del Estado" concluye (Mayr, 1989: 18).
EN LA PREHISTORIA LOS PRODUCTOS DE LA CAZA NO ERAN CRUCIALES
Aunque se crea que la alimentación de los primitivos cazadores-recolectores de la Prehistoria, era dependiente de los productos de la caza, existen diferentes estudios, que ponen de manifiesto que, en realidad, la mayoría de los alimentos provenían de la recolección, tarea femenina.
En la sociedad paleolítica, las mujeres tuvieron un importante papel en la alimentación del grupo, puesto que, al parecer, fueron ellas las que lo abastecieron de productos procedentes de la recolección... Sally Linton, en 1971, es la primera antropóloga, que ..., propone.... el modelo recolector. Son las homínidas las que recolectaron, las que inventaron los primeros instrumentos (palos cavadores y contenedores para transportar los productos vegetales y las crías) y las que, en principio, compartieron la comida con sus crías. (Llul y Sanahuja,1994: 17).
Los más arcaicos grupos humanos se alimentaban de manera muy variada y no eran tan dependientes de la carne: "... la alimentación cárnica no pudo desempeñar un papel tan importante como a veces se pretende." (Lichardus, 1987: 161). Y reitera: "... se ha demostrado que la dentición de los homínidos ancestrales -como la nuestra- es más apropiada para moler y no para punzar, desgarrar o mascar carne." (Harris (1979: 2). Estos estudios han sido complementadas con los datos brindados por los estudios de las economías mixtas de las poblaciones actuales primitivas de cazadores-recolectores. Como en los bosquimanos del desierto de Kalahari en Suráfrica, que se comparan con las de los cazadores-recolectores paleolíticos, para poder deducir lo que debió ser con anterioridad.
El trabajo de Richard Lee ... ha ayudado a destruir algunos estereotipos sobre los grupos de cazadores y recolectores... (Nathan, 1987: 18). Y más adelante considera que: ... apoyan la teoría de que la carne y la caza no son tan importantes en el proceso de hominización, ya que la carne sólo constituye una tercera parte de la dieta de los actuales cazadores. Y además aduce: ... el sector femenino de la mano de obra era el único verdaderamente productor de calorías. Los hombre cazan y a veces vuelven con carne de animales grandes; éste es un alimento muy apreciado, pero de hecho no constituye más que una tercera parte del total del consumo de calorías. (Nathan, 1987: 43).
EN LA PREHISTORIA LA CAZA NO ERA TAREA EXCLUSIVA DE VARONES: CAZABAN AMBOS SEXOS
También resulta ser falsa, la idea generalizada en occidente, que considera que en la Prehistoria los varones cazaban y las mujeres cocinaban lo traído por sus esposos. Este estereotipo es resultado de proyectar sobre el pasado la distribución de roles de la realidad circundante de "las mujeres dependientes y los varones sustentadores jefes de familia", sacando la conclusión de que siempre ha sido así. Así como debido al androcentrismo (en palabras de Victoria Sau: enfoque unilateral que toma al varón / hombre como medida de todas las cosas) de algunos historiadores, que han extendido la creencia de que era ejecutada exclusivamente por los varones, distorsionando la participación real femenina y cooperativa, ya que toda la banda cazaba y viajaba junta, como lo creía Gordon Childe y otros posteriores eminentes historiadores. Confirma que las mujeres cazaban en la Prehistoria, diferentes manifestaciones plásticas de muchos lugares distintos. Algunos ejemplos son las pinturas de "escenas de caza" prehistóricas: cazadoras capsienses de África del sur de Damaraland y de Bramberg / Brandbers pintada hace más de 6.000 años, las de la costa levantina española, datadas alrededor del año 5000 adne.
También lo corroboraría, los estudios etológicos sobre la conducta de los primates, basadas en teorías evolutivas, que considera que la conducta humana se deriva de la de nuestros antepasados animales: las conductas primates dan las claves de los desarrollos evolutivos humanos. Los nuevos descubrimientos realizados por Goodall, Galdikas, Fossey, Strum, Thompson-Handler en diferentes especies, aportan, en contra de las creencias estereotipadas, que las hembras tienen un importante papel en su sociedad y que participan en la caza en grupos (técnica tradicional compartida por los primeros humanos). Y son las hembras madres, las que enseñan a sus descendientes con su ejemplo: el conocimiento para la sobrevivencia y qué comida comer, a recoger los alimentos adecuados y a cazar. "Esta familia matricéntrica, que se da en todas las comunidades de primates, es la unidad de vida socioeconómica más probable de la sociedad protohumana, según propuesta de Linton (1970) (Sally)." (Kay y Voorhies, 1978: 109).
LAS PINTURAS CON "ESCENAS DE CAZA" NO TENÍAN FINALIDAD DE PROPICIARLA
También, respecto a la creencia, ampliamente divulgada, de que las "escenas de caza" pintadas en lo más profundo de las cuevas arcaicas, tuviesen la finalidad de propiciar la caza de animales, ha resultado ser falsa. Las flechas clavadas en animales, no tendrían la finalidad de que fuesen mágicamente a clavarse a lomos del animal real, para que serviesen de alimento. Y ello se deduce, sin lugar a dudas, de los estudios iniciados por el eminente investigador de la Prehistoria Leroi-Gourhan hace más de 50 años. Ya entonces comprobó, tras estudiar gran número de yacimientos, que los restos de huesos de animales comidos, hallados junto a las pinturas de animales en "escenas de caza", no coincidían con los animales representados. Por lo que los hallazgos científicos evidencian, que las obras de arte con "escenas de caza" no reflejan "escenas de la vida cotidiana" / no se comían los animales representados.
Y además, gran parte de las obras de arte que se conocen con "escenas de caza", fueron realizadas por pueblos cuya economía estaba ya basada en el cultivo vegetal y la domesticación de animales (no fueron realizados por pueblos cazadores), en los que no tenía importancia la caza para alimentarse. Ejemplo de ello son los dibujos de cazadoras expuestas. Pero dado que son cazadoras, representarían por un lado:
- A la mujer cazadora en su arcaica existencia real: cuando en el Paleolítico la caza aún cubría parte de las necesidades alimenticias y la mujer era quien proporcionaba el alimento a sus hijos. "Para N. Tanner, no sería "el hombre cazador" sino "la mujer cazadora" quien sería responsable de la emergencia humana." (Michèle Julien, 1986: 30).- Por otro lado, cada cazadora demuestra ser, protagonista de la mitología matriarcal, y antecedente de otras heroínas o Diosas cazadoras de mitologías históricas, herederas de mitos paleolíticos. De las que son ejemplos las Diosas cazadoras de diferentes regiones: Agrostinas, Annika, Arduina, Artemisa (Táurica, Elafébola, Hecaerge, Lafria, Venatriz, Agrostera,......), Asherah / Aschera / Esther, Atalanta, Attart-Sem, Basa Grande, Bendis, Britomartis, Calisto, Cirene, Devana, Diana, Eucaris, Hécate, Hippe, Kalgama, Melanipa / Hipa / Ociroe, Mielikki, Minerva, Mixcoac, Nehalennia, Phiala, Podarga, Procris, Skadhi, Venatrix, Veretragna, Zenobia, Zewana,...Y por tanto, se podría deducir, que las manifestaciones artísticas de cazadoras, serían representación simbólica de un mito dirigido a la Divinidad. Y con el que pretendería invocarla de forma mágica, para solicitarle la Fertilidad de la Naturaleza u otros favores. De igual forma que en todo el universo se la invocaba por multitud de medios.
DIOSAS Y SACERDOTISAS: SUS REPRESENTANTES EN LA TIERRA
Otra creencia generalizada, que ha resultado ser errónea, es la que afirma que en época prehistórica los varones chamanes "rezaban" y realizaban el ritual propiciatorio ante pinturas que representaban a un Dios de la caza. Pero hace ya mucho tiempo que se sabe que, durante los últimos 40.000 años de la Prehistoria humana, sólo se rendía culto al Principio femenino / a la más antigua Diosa que adoró la humanidad: la Madre Naturaleza. Y durante miles de años sólo la propiciaban sus representantes femeninas. Esta deducción lógica, ha surgido de las evidencias arqueológicas de imágenes humanas, ya que las más antiguas obras de arte simbólicas antropomorfas: esculturas, relieves y grabados de todos los continentes, son exclusivamente femeninas. Lo confirma Campbell para yacimientos tanto paleolíticos como neolíticos de Europa:
... no se han encontrado objetos de arte humano anteriores al período auriñaciense, cuando aparecen de pronto las estatuillas femeninas. (Campbell, 1991: 407). Hemos encontrado en Europa centenares de pequeñas figuras neolíticas de la Diosa, y casi nada en cuanto a figuras divinas masculinas. El toro y algunos otros animales, tales como el jabalí y el chivo, pueden aparecer como símbolos del poder masculino, pero la Diosa es la única divinidad visualizada en aquel entonces. (Campbell, 1991a: 238).
Afirmación de exclusividad femenina también para los yacimientos de Asia, Europa y África: "... cientos y cientos de pequeñas efigies de la diosa-madre en barro, hueso y piedra. Están presentes en el segundo asentamiento neolítico prealfarero de Jericó; están presentes en casi todas las provincias culturales entre Sialk y Gran Bretaña y de Persia a Badarï." (Hawkes y Woolley, 1977: 276).
"El analista jungiano Erica Neumann llevó a cabo un estudio seminal y a fondo de los diversos símbolos maternos en su obra Themos Great Mother: An Analysis of themos Archetype (1963). Llegó a la conclusión de que las obras de arte religioso más arcaicas son "figuras de la solitaria gran diosa, imagen paleolítica de la madre, antes de que el padre existiera en la tierra o en el cielo"." (Husain, 1997: 19). (Y que confirma nuestra reflexión anterior de que, en la Prehistoria, no se reconocía la figura del padre en las familias matricéntricas). Y estas imágenes auriñacienses: "Figuran magas, sacerdotisas o vestales (prêtesses)" como afirma Delporte en su referencia a Saccasyn Della Santa en (1982: 276).
Por lo que, dado que era la mujer, quien proporcionaba el alimento a sus hijos, sería ella la que, como sacerdotisa, buscaría el medio de asegurarlo, mediante los rituales propiciatorios a la Diosa Madre Naturaleza.De forma que, en la Prehistoria, existía el monoteísmo femenino Divino y sólo había sacerdotisas / magas / hechiceras / curanderas / hadas / chamanas / brujas / meigas / remedeiras / salud-dadoras / pharmaceuticas / vestales / adivinas: sus representantes. Posteriormente se incorporó al culto, varones que se travestían de mujeres y se autoemasculaban y convertían en eunucos, para representar / personificar en la Tierra, al paredro mortal de la Gran Diosa (entre ellos a: Atis, Osiris, Dumuzi / Duzi, Adonis, Eshmund,...). Paredro (Divinidad inferior), que según gran parte de mitos religiosos de diferentes regiones, se automutilaba o perdía los genitales y moría, tras lo cual la Diosa lo resucitaba y Deificaba. De forma que no es hasta la Edad del Bronce, cuando aparece la figura del sacerdote, por lo que no tiene sentido pensar que en la Prehistoria había chamanes.
CONCLUSIÓN
No se puede estar indefinidamente defendiendo los prejuicios y la visión parcial, manipuladora, androcéntrica de antiguas autoridades que impusieron su visión cuando su situación social era muy otra. Por lo que ya es hora es de analizar los documentos y no las opiniones estereotipadas existentes. Hora es de revisar las pruebas, de proclamar que nunca ha sido cierta la idea imaginada por influyentes historiadores, que proyectaban sobre la Prehistoria la idea de "los varones como seres superiores que subordinaban a las mujeres, consideradas seres maltratados y sumisos".
Y hora es de revalorizar y recuperar el importante papel ancestral femenino y de hacer llegar al conocimiento general que en época arcaica la mujer predominaba en el orden social.
BIBLIOGRAFÍA
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Otras Publicaciones de la Autora en Internet:
De Antropología de Suramerica:Sociedades matrilineales de Suraméricahttp://es.geocities.com/culturaarcaica/suramerica.matrilineal.html
Sobre Arqueología de Sudamérica:PREHISTORIA ARTÍSTICA DE AMÉRICAwww.RedHispanica.com/Cultura/arqueologia/fe.14america.prehistoria.htm
Arqueología Funeraria de Sudamérica:TUMBAS COMO ÚTEROS DE LA DIOSAwww.RedHispanica.com/Cultura/arqueologia/fe.6tumbas.html